9 de noviembre. Empezamos jugando en casa el primer encuentro de esta recién estrenada edición del Escobasket y lo hicimos de forma atropellada. De inicio nos encontramos con 15 jugadores, cuestión que nos sorprende gratamente pero que condicionaría el encuentro sin duda. Eso significa que al tener que jugar todos, los tiempos de actuación se reducen y si sabemos que se tarda un poco en acomodarse al partido de pronto toca cambiar. Así nos enfrentamos a Dominicas Vistabella que venía con ocho jugadores y algo más de idea del minibasket que los nuestros. El partido se convirtió en un correcalles y en una pelea desigual, pues los de casa buscaban solucionar individualmente cada uno de los problemas del campo, mientras el contrario jugaba con cabeza y más colectivamente. Además nuestros dominios técnicos se reducían a lo que saliera y hubo pocos detalles destacables. Nuestras canastas sonaban en la grada como los goles en fútbol y es que eran tan pocas y espaciadas que alegraba verlas. Al final 13-45 y a pensar en el siguiente. Mucho que trabajar.